EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

LOS TEBEOS DE LOS ROJOS

El Guerrero del Antifaz entre moros y cristianos

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En marzo de 1981 apareció el primer ejemplar de la colección "El guerrero del Antifaz" en tomos que contenían entre cinco y siete aventuras empezando lógicamente por el número uno. Se trata de la colección "Homenaje a Manuel Gago" y en varios de los ejemplares la Editorial Valenciana publicó en las contraportadas artículos acerca de este artista.

Los tebeos de los rojos

España fue rota, desgraciadamente en dos trozos. En un lado, el de los sublevados contra la República, los que la querían toda e iban a conquistarla para imponer su mandato. En el otro, los que se defendían de la invasión que, también en nombre de España, efectuaban los que por no contar con la mayoría de los votos de los españoles, trataban de someterla por la mayoría de las armas.

Lo cierto es que a los que quedaron en la parte de la República se les llamaron rojos, y que éstos llamaron fachas a los del otro lado.

Y en la zona denominada roja, que cupo vivir a los Gago, éstos fueron de los que formaban en ese ir y venir multitudinario de las grandes ciudades. Claro que, entonces, por la bendita guerra, también se les veía correr hacia los refugios, interrumpiendo sus juegos y el trabajo, y morir si eran alcanzados por las bombas.

Las guerras traen eso: destrucción, hogares deshechos, familias desmembradas, carestía, escasez, hambre. Pero, a la vez, se trabaja, se duerme, se vive, se juega y se lee un tebeo. Que cuando los guerreros descansan o carecen de bombas que tirar, la vida recobra su ritmo. Y, aunque los tebeos se siguieron publicando, lo hacían muy precariamente. Claro que el papel era peor, las impresiones no resultaban tan brillantes y que se redujeron las tiradas a sólo medio España. Pero algunos se siguieron publicando. Al T.B.O. lo convirtieron también en FLOREAL. En su última página, en la doce, que dando la vuelta al ejemplar se convertía en la primera, campeaba dicho título en un intento de promocionar otra publicación infantil con indudables propósitos doctrinarios-, que, seguramente, se pensaban desmembrar de aquella cuando la paz trajese papel en abundancia y meios para realizarla. Entonces, nuestro inolvidable Gago tenía once años, y como el T.B.O. se publicaban YUMBO, AVENTURERO y las escasas publicaciones que, como éstas, fueron desapareciendo por causas diversas. Y con ellas, las aventuras extranjeras que, según suponen algunos, iniciaron a Gago en el dibujo de historietas.

Pero aparecieron otras. Se publicó PORVENIR, una publicación apaisada de veintidós centímetros de altura por treinta y dos de ancha, que redujo su tamño a partir del número 10, y en la que colaboraban los dibujantes Enrique D'Oc, Alfredo, J. Dalmau, C. Carau, J. Blasco -con un mosquito llamado Pupita y en el que aparecían los textos dentro de bufaradas-, Moreno y J. Estiarte.

También en 1938 se publicó YO, otra publicación para niños en la que colaboraban Xirinius, S. Barba, Wer-lo, Quelus, Ant. Roca. Fernando, Bataller, G. Fresquet, Rius...

Estas publicaciones, pese a sus propósitos renovadores, siguieron utilizando el sistema de historietas explicadas por medio de textos al pie de los recuadros y eran altamanete formativas por su plena dedicación a lo didáctico.

Esto, pues, refuerza mi tesis de que Manuel Gago, que ya ha cumplido los trece años, con el escaso material de que disponía, al dejar de publicarse las historietas extranjeras, pudiese estar influenciado por aquellos maestros. Dije, y me ratifico, que Gago no inventó el cómic, pero que sí pudo inventarlo.

J. Soriano Izquierdo para el número 77 de la colección HOMENAJE A MANUEL GAGO.


Miscelánea de El Guerrero del Antifaz

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