EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

L A    E S C U E L A    V A L E N C I A N A

El Guerrero del Antifaz entre moros y cristianos

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En marzo de 1981 apareció el primer ejemplar de la colección "El guerrero del Antifaz" en tomos que contenían entre cinco y siete aventuras empezando lógicamente por el número uno. Se trata de la colección "Homenaje a Manuel Gago" y en varios de los ejemplares la Editorial Valenciana publicó en las contraportadas artículos acerca de este artista.

La Escuela Valenciana

Para asegurar la existencia de una Escuela Valenciana del Cómic ha de partirse de aquello que pudo fomentarla. Y aquello, como dije en otra ocasión, fue la Editorial Valenciana, que aglutinó a los que la hicieron posible. Hay más, crear una escuela supone la observancia de unas especiales características diferenciadoras que la configuren y, esto, pudo ser gracias a ese don especialísimo que aportaron la dirección y sus colaboradores.

Si, en una ocasión, dije que Manuel Gago había inventado el Cómic para España, tuve mi razón para decirlo. En Manuel Gago, la obra, toda era suya. Bien por incapacidad para la imitación o porque para él era más fácil crear, Gago aportó un estilo tan personal que a nada se parecía. Y este mismo fenómeno ocurrió en la mayoría de los dibujantes que colaboraron con la Editorial Valenciana.

Los dibujantes de aventuras que trabajaban sobre guiones, Eduardo Vañó, José Grau, Bermejo, Quesada, Ortiz, el norteño Marculeta y el catalán J. María Ortiz, todos aportan estilos tan personales como el propio Gago. La Valenciana no les pedía este o aquel estilo o parecerse a determinados dibujantes, no; sólo que los dibujos, con el mayor detalle posible, sirvan al guión que realizan.

Y tras de los mencionados fueron llegando los José Luis Macías, los González, Sanchís Cortés, Frejo, Lanzón, Brocal, Segrelles, Ibáñez, Morante, Marcet, todos con estilo propio y muy detallista.

También los dibujantes de humor que colaboran en JAIMITO, PUMBY y SUPER PUNBY, forjan su estilo en la Valenciana. Esta considera que un dibujante de humor debe ser su propio guionista. Es el propósito de fojar historietas sobre escenarios que no identifiquen los lugares donde discurren las aventuras. Pide dibujantes capaces de construir personajes caricaturescos que vivan, corran y sientan sobre escenarios identificables. Y esto, sin duda alguna, contribuyó a crear una escuela diferenciada dentro del ámbito nacional. Quizá una escuela barroca, si se quiere, pero con formas tan personalísimas que ninguno de los dibujantes puede confundirse con otros.

Así fueron apareciendo, y formándose, los dibujantes que, primero con historietas que desarrollaban simples anécdotas sin continuidad y, después, creando sus personajes, los Palop, Liceras, Alamar, Salvador, Peris, Ayre, Castillo, Nin, Frejo, Sanchís, Serafín, Pertegás y quien esto escribe, nutriendo las páginas de los cuadernos y revistas que publicaba la Editora Valenciana, para llevar ilusión y alegría por todos los rincones de España.

No era una casualidad el triunfo de las ediciones que lanzaba la Editora, que en los años sesenta producía el 20 % de la producción infantil y juvenil que se editaba en nuestra Patria. Era consecuencia de un grupo de dibujantes y guionistas que se superaban y no regateaban ni esfuerzo ni trabajo en la entrega de unos original que nunca pudieron ser pagados como merecían.

Así nacieron personajes como D. CAMORRA (a) EL BARBAS, que podía transformarse en pared, árbol, pájaro o perro. Característica especial que después ha sido utilizada por otro personaje de otra editora.

Y no digo los plagios de que fueron objeto nuestras historietas y nuestros personajes. Con ese tacto profesional que sólo saben utilizar los maestros del fraude, surgieron sino EL GUERRERO DEL ANTIFAZ, si no EL ESPADACHIN ENMASCARADO, si no ROBERTO ALCAZAR Y PEDRIN, sí otros que, competitivamente, invadieron los gustos de los lectores ofreciéndoles nuevos, pero parecidos personajes, que se movían en idénticos escenarios y con idénticas tribulaciones.

Y, es indudable, que sólo se copia aquello que ha sido capaz de crear escuela.

J. Soriano Izquierdo para el número 88 de la colección HOMENAJE A MANUEL GAGO.


Miscelánea de El Guerrero del Antifaz

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