EL GUERRERO DEL ANTIFAZ. REEDICIONES



EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

El Guerrero del Antifaz entre moros y cristianos

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50 Aniversario

Presentamos la portada de la revista VIÑETAS en su número 3 de marzo de 1994, editada por Ediciones Glénat España, S.L. en Barcelona. Dentro de sus 70 páginas, tamaño 30 x 23 cms, dedica 6 a la celebración del 50 aniversario de la aparición de "El Guerrero del Antifaz". Para ello, reproduce en primer lugar el artículo titulado "Gago: La aventura huracanada", en el que Antonio Trashorras habla de la ingente obra de Manuel Gago García, desde sus comienzos hasta su muerte, haciendo incapié en su desbordante producción. También hay una pequeña transcripción de Luis Reyes de un texto extraído de "Bang Nš1" sobre la fuerza que el nombre "El Guerrero del Antifaz" ejerce sobre la imaginación de quien lo pronuncia. Le sigue un breve artículo de Salvador Vázquez de Parga titulado "Héroe de folletín", donde, como siempre hace este autor, lo crítica llamándolo irónicamente "El coloso de la guerra, del bien y de la justicia de papel". Se queja de que con el Guerrero se hayan introducido las aventuras largas y el "continuará", en contraposición a las aventuras completas en un solo cuaderno. Un poco exajerado pues para apoyar su tésis habla de una aventura única continuada a lo largo de 668 cuadernos, cuando en realidad son muchas las aventuras independientes las que se desarrollan en ese período de 668 cuadernos, unas más cortas y otras más largas. También explica la desesperación del lector al no ver nunca acabada la historia, pero mis recuerdos no coinciden con tal desesperación, sino con la ilusión de la salida del cuaderno para poder seguir leyendo sus aventuras. El hecho de que muchas personas dejaran de leerlas y se apuntaran nuevos lectores es algo totalmente normal, máximo cuando son aventuras que se publican durante 22 años y en ese período es muy lógico que el niño y el joven al hacerse adultos, tengan otros intereses, pese a que no se puede negar lo hondo que calaron esas aventuras y muchos adultos después regresaban.

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

Respecto al argumento de que si no fuera por el antifaz nadie le reconocería, hay que leer a J. Soriano Izquierdo cuando explica que "Manuel Gago, al crear al GUERRERO DEL ANTIFAZ, lo concibe diferente a todos. Su enmascarado no oculta su rostro para no ser reconocido, puesto que se hace conocer por sus más allegados y es conocido por sus enemigos. Lo esconde por el sentimiento de culpabilidad que marcase su corazón al saber que no era hijo de Alí Kan, el que lo llevó a combatir y matar a los de su propia raza, los cristianos de la Cruz. Su máscara lo convierte en el fervoroso justiciero que perseguirá constante e implacablemente a los que, cometiendo actos injustos y despiadados, ofenden, niegan y agravian a su Dios. Nunca descubrirá su rostro porque, para él, su máscara y su ropaje son el símbolo de su entrega a la defensa del bien y del amor fraterno. No quiere que su rostro vuelva a ser visto por los infieles que pisotearon y cegaron la devoción y la fe que la inculcara su madre, enseñándole al armar su brazo, diestro y poderoso, para combatir y atacar a los defensores de la Cruz. Gago quiso que en EL GUERRERO el ANTIFAZ fuese su voto de fe. Por eso nunca lo desprendería de él".

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

También se pone en duda que Manuel Gago García se inspirara en la obra de Rafael Pérez y Pérez "Los Cien Caballeros de Isabel la Católica" siendo que el dato lo dio el propio Manuel Gago García, si bien estamos de acuerdo cuando dice que la novela es más cursi y edulcorada que el tebeo, pero yo no la calificaría de más interesante. Tampoco diría que el inicio de la Edad de Hierro del tebeo español se inicara con El Guerrero del Antifaz. No cabe duda que la propia obra del Guerrero tiene etapas diferentes con una Edad de Oro, una Edad de Plata, una Edad de Cobre y una Edad de Hierro, pero la decadencia del tebeo tal como se le conoció en los años 40, 50 y 60 se debió a la evolución de la sociedad y a los cambios en las costumbres al disponer de otros medios de distracción como por ejemplo la televisión, aparte de otras muchas cosas dignas de un estudio aparte. Estamos de acuerdo con la frase final del artículo en la que se dice que el Guerrero del Antifaz, merece un lugar destacado en el panteón de los héreos de papel, pero no por la violencia, el racismo, la crueldad y la patriotería, cuatro aspectos muy propios de la época en que se desarrollan las aventuras del cristiano enmascarado, sino por el éxito alcanzado entre todos los públicos que al fin y al cabo es lo que marca o señala en verdad el valor de una obra literaria o gráfico-literaria. Poco valor tiene, por ejemplo, una película muy ensalzada por sesudos intelectuales si no la va a ver nadie. Y algún valor deberá tener la película con crítica negativa pero que es exito rotundo de taquilla. En todo caso hablaríamos de un éxito popular. Otro tema aparte sería el valor artístico de la obra que es desigual con los mejores dibujos en los primeros años, pero allí ya tendríamos que entrar a buscar las causas en la explotación a la que se vio sometido el autor por parte de la editorial y ese es otro tema que no se toca en este artículo. Se cierra el homenaje con dos páginas dibujadas por Sento con el título "Más datos sobre Don Adolfo de Moncada, Conde de Roca (conferencia)".



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