E L M A S C O P I A D O
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En marzo de 1981 apareció el primer ejemplar de la colección "El guerrero del Antifaz" en tomos que contenían entre cinco y siete aventuras empezando lógicamente por el número uno. Se trata de la colección "Homenaje a Manuel Gago" y en varios de los ejemplares la Editorial Valenciana publicó en las contraportadas artículos acerca de este artista.
El más copiadoSin duda alguna los dibujos de Manuel Gago fueron los más copiados de España. Durante los últimos años de los cuarenta y la década de los cincuenta, cuando EL GUERRERO DEL ANTIFAZ estaba en pleno auge, las libretas y guardas de los libros de los estudiantes se veían plagadas de dibujos que reproducían los personajes de EL GUERRERO, ANA MARIA, FERNANDO y otros de los creados por Manuel Gago. El éxito de la colección y la prodigiosa sencillez de los dibujos impulsaban, a los que sentían vocación por el arte de dibujar, a copiar aquellos personajes, creados por Gago, que más grata influencia ejercían en su ánimo. Por aquellos años aún no existía la expansión publicitaria que ahora vivimos, ni se nos utilizaba para exhibir en las bolsas de la compra, espaldas de jerseys y camisas o las etiquetas de los pantalones, las figuras o marcas que ahora, como entes publicitarios, exhibimos sin cobrar una peseta y, lo que es peor, a precios bien caros. Seguro que de haber sido así, muchos pechos o espaldas habrían lucido las figuras de EL GUERRERO DEL ANTIFEZ, EL PEQUEÑO LUCHADOR, EL ESPADACHIN ENMASCARADO, EL AGUILUCHO, etc., etc. Pero los diestros para el dibujo sí que los promocionaban, demostrando su habilidad, dibujando las figuras creadas por Gago, en las paredes de las calles o las de colegios y academias. Por entonces, recuerdo que en Madrid, Valencia y también durante unos días de feria en Sevilla, distintos jóvenes mostraban su habilidad trazando sobre las aceras grandes figuras que reproducían a EL GUERRERO, ANA MARIA, ALI KAN y otros de los protagonistas de las series creadas por Gago. Aprovechaban la popularidad de estos personajes para solicitar una ayuda que se traducía en buenas pesetas. Creó escuela. Prueba de ello, lo dije anteriormente, es que la mayoría de los dibujantes que presentaban sus muestras en la Editorial en solicitud de trabajo, y supongo que también a las restantes de España, lo hacían con dibujos que eran perfectas imitaciones del estilo y las figuras de Manuel Gago. Y fue copiando a Gago como se forjaron muchos, muchísimos de los dibujantes del Cómic que hoy gozan de gran prestigio, no sólo en España, sino también en el extranjero. J. Soriano Izquierdo para el número 27 de la colección HOMENAJE A MANUEL GAGO.
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