EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

El Guerrero del Antifaz entre moros y cristianos

Visión óptima con Internet Explorer a 1024 x 768


En marzo de 1981 apareció el primer ejemplar de la colección "El guerrero del Antifaz" en tomos que contenían entre cinco y siete aventuras empezando lógicamente por el número uno. Se trata de la colección "Homenaje a Manuel Gago" y en varios de los ejemplares la Editorial Valenciana publicó en las contraportadas artículos acerca de este artista.

Los cromos

Manuel Gago, aparte la producción de sus aventuras, que arrojan un total de cincuenta títulos repartidos en dos mil setecientos ochenta y cuatro capítulos, de los que mil setecientos setenta corresponden a los impresos por nuestra editora, y de una gran cantidad de aventuras y complementos que realizara para Almanaques, extraordinarios y colaboración en publicaciones juveniles como JAIMITO, S.O.S., EL TEMERARIO, JUVENTUD AUDAZ y otras, que escapan a mi memoria en este momento (Revista PANTERA NEGRA), realizó una interesantes series de cromos coleccionables en unos preciosos albums magníficamente ilustrados por él mismo.

Estos cromos empezaron a publicarse en febrero del año mil novecientos cuarenta y siete y su éxito fue tal que algunos de ellos llegaron a cotizarse a precios verdaderamente interesantes. Cada serie constaba de setenta y dos cromos y fueron sus títulos: El guerrero del Antifaz, En los dominios de Alí Alicha, La Marquesita de Peñarosa, Doble suplantación, Burrujal el Cruel y el conde Encinares. Y, ya en el año mil novecientos setenta y nueve, produce un nuevo álbum para coleccionar otra serie de noventa y dos cromos con el título de la más famosa de sus colecciones: EL GUERRERO DEL ANTIFAZ.

Son otros los tiempos y los gustos del público; la colección, que apasiona a los cientos de coleccionistas de cromos, no tiene aquella segunda aventura que posiblemente tuviese preparada nuestro inolvidable dibujante.

Pero sí es cierto que, todos los episodios que se desarrollan en las distintas colecciones, suponen un esfuerzo de su autor por condensar en ellos el interés del cromo con la emoción sugerente de los encuadres que desarrolla el argumento.

Estos cromos de Gago no pueden ser como aquellos que reproducen imágenes que condensan un solo motivo, el retrato de una fiera, una flor, un mineral o un paisaje de interés didáctico. Corresponden cada uno a una secuencia de la aventura que desarrollan. No obstante, por sí solo, como cromo, ha de cumplir su finalidad de estampa bella, sugerente y agradable, independiente de los que lo condicionan.

Difícil tarea, pues, para quien, como Manuel Gago, quiso utilizar el cromo coleccionable para desarrollar en ellos sus clásicas aventuras. Sabía que cada uno de los dibujos debía valer como cromo independiente y, a la vez, constituir un incentivo de interés por coleccionarlos, no sólo por la belleza plástica de cada dibujo, sino por el atractivo de la historia que se contaba en todos ellos.

Fue consciente de no haber logrado su propósito con la plenitud que el cromo exigía y él deseara. Su condición de guionista y dibujante, que conocía perfectamente cuando la aventura en su texto descriptivo debía tener preferencia sobre el dibujo, o cuándo éste debía ser expresión total de aquélla, restaron, indudablemente, la belleza que se proponía para cada uno de los dibujos; pero sí que lo logró en su gran mayoría. Y no sólo esto: abrió un cauce prometedor al cromo como medio de expresión para las aventuras.

J. Soriano Izquierdo para el número 35 de la colección HOMENAJE A MANUEL GAGO



EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

Envia tus mensajes a mi dirección de E-MAIL:
MBAYONA@teleline.es

(C) Copyright Mariano Bayona Estradera - 2003