L O S P E R S O N A J E S
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En marzo de 1981 apareció el primer ejemplar de la colección "El guerrero del Antifaz" en tomos que contenían entre cinco y siete aventuras empezando lógicamente por el número uno. Se trata de la colección "Homenaje a Manuel Gago" y en varios de los ejemplares la Editorial Valenciana publicó en las contraportadas artículos acerca de este artista.
Los personajesLa prodigiosa fuerza creadora de Manuel Gago, tanto para la concepción de historias emotivas e interesantes como para instituir personajes que, como afluentes de una gran narración, aportaran a éstas el interés de la vida de cada uno de ellos, contribuyó, sin duda, a la gran aceptación que obtuvo EL GUERRERO DEL ANTIFAZ. Porque la interesante aventura del hijo del Conde de Roca, tan plagada de vidas, personajes y circunstancias, desde el viejo Abro, al padre de Aixa, a quien Harúm despojó de todos sus bienes, a los hermanos Kir, imaginados por el lector en la constante odisea en que Osmin, Soleiman y Santhal estarían enfrentados hasta integrarse en la de EL GUERRERO DEL ANTIFAZ, es indudable que sumaron factores que contribuyeron al creciente interés de la obra. Su permanente entrega a la obra, que debe ampliar más allá del propósito inicial, obligan a Manuel Gago a ir intercalando aventuras y personajes que, quizá, de no haber sido por las exigencias de continuidad a que el éxito obligaba, pudieron ser otros personajes y otros cuadernos posiblemente tan exitosos como el propio GUERRERO. A propósito de aquellas vivencias que compartí con el inolvidable Manuel Gago, en el pequeño saloncito de la Editorial, presididos siempre por aquella pequeña águila disecada, recuerdo que charlando sobre lo fatigoso que debería ser para él la continuación de una aventura que, por entonces, ya rebasaba los cuatrocientos episodios, me respondió: "No, no lo es, porque procuro, cuando ya parece que no puede dar más de sí, empezar algo nuevo, meter personajes que aporten el incentivo de su interés al de la trama central". Y me confesó que muchos de los que había introducido en la aventura de EL GUERRERO DEL ANTIFAZ habían sido creados para que tuviesen vida propia en diferentes colecciones. Esto, para Manuel Gago, supuso un auténtico desafío a el más difícil todavía: complacer la exigencia de emociones, luchas, intrigas e interés constante; impedir su decaimiento aportando sensaciones insospechadas; apasionar, maravillar deleitar. Hacer que cada nuevo cuaderno fuese esperado con verdadera ansia por los lectores, prendidos por determinadas secuencias y, casi, casi, adivinar cómo éstos deseaban verlas resueltas. Y, sobretodo, sorprendiéndolos con la aparición de nuevos personajes, más malvados, más repudiables y odiosos o más abnegados, justicieros y valientes. Nuevos personajes que apasionen e interesen. Que despierten sentimientos de desprecio o de afectividad; que sumen el interés de sus vidas, aspectos y circunstancias, a las ya acumuladas en esa extraordinaria y maravillosa aventura, de aventuras, de EL GUERRERO DEL ANTIFAZ. J. Soriano Izquierdo para el número 45 de la colección HOMENAJE A MANUEL GAGO.
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