EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

El Guerrero del Antifaz entre moros y cristianos

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En marzo de 1981 apareció el primer ejemplar de la colección "El guerrero del Antifaz" en tomos que contenían entre cinco y siete aventuras empezando lógicamente por el número uno. Se trata de la colección "Homenaje a Manuel Gago" y en varios de los ejemplares la Editorial Valenciana publicó en las contraportadas artículos acerca de este artista.

Anecdotario

EL GUERRERO DEL ANTIFAZ se hizo tan famoso y adquirió tan gran renombre que sugería comentarios de todo género, tanto en el hogar como en los lugares de trabajo. Su nombre iba de boca en boca rivalizando en popularidad con la de los famosos del fútbol, los toros, la canción, la escena y el cine. Esto lo llevó a protagonizar una buena serie de esos chistes que "soto voce" se cuentan en bares, oficinas, fábricas, talleres y tertulias allí donde las haya. Lo mismo era implicado en uno de fútbol o toros que en uno político de los que tanto se prodigaron durante los años de la dictadura.

Siento pena de no haber recogido todos aquellos que legaron a mí protagonizados por EL GUERRERO DEL ANTIFAZ. es indudable que hoy constituirían una gran prueba de la popularidad alcanzada. Pero, vayan éstos que siguen como muestra:

Un famosos caricaturista, en su chiste de cada día en uno de los más prestigiosos periódicos españoles, publicó un dibujo en el que podía verse a un barco de pesca español que había sido expoliado por los marineros de uno marroquí por aquello de si pescaba o no en aguas de su pertenencia. Y uno de los marineros españoles clamaba al ver alejarse a la barca de quienes les habían desposeído de sus artes y pesca:

-Cobardes, ¡esto no se lo haríais a EL GUERRERO DEL ANTIFAZ!

Otro, referido a la retrocesión de Ifni en el Magreb, allá por octubre de 1960, contaba que el Jefe del gobierno era despertado cada noche, cuando más feliz dormía, por una sonora bofetada. Los primeros días lo silenció pensando que pudiese ser su esposa quien se las daba; pero cerciorado de que no era ella y dado que cada noche seguía despertándole una bofetada, se recurrió a montar una guardia que vigilase su sueño. Inútil, cuando más profundo y placentero era su sueño, ¡plaf!, sentía el bofetón en la mejilla. Se trató de que procurase recordar su sueño. Nada, su mente estaba completamente en blanco y su mejilla cada vez más colorada. Entonces, aunque no creían en la ciencia del más allá, se aceptó la intercesión de un parapsicólogo. Este, estudiados todos los aspectos del caso, solicitó la intervención de una medium, y para ello se ofreció una bellísima vedette de revista que, aquella noche, en estado hipnótico, fue acostada con el general. Al día siguiente, cuando despertaron sin que hubiese sido abofeteado, el parapsicólogo, por transmisión de la medium, explicó el fenómeno: "Ya no habrá más bofetones. Un alto personaje de la época de la Reconquista y de la unidad de España lo abofeteaba cada noche por haber devuelto Ifni a Marruecos" -¡Ya!- asintieron los escasos presentes-, Fernando el Católico, seguramente. -¡Qué va!- respondió el parapsicólogo- ¡EL GUERRERO DEL ANTIFAZ!

Cuando pasados unos días volvió a enterarse el parapsicólogo de que el general seguía siendo despertado cada noche con un sonoro bofetón, y preocupado por el incumplimiento de la promesa que por intercesión de la medium le hiciese aquel espíritu, se ofreció de nuevo para intervenir y hacer que la cumpliese. Pero el alto cargo palaciego le dijo: "No es necesario, señor, el espíritu de EL GUERRERO DEL ANTIFAZ cumplió su palabra. Ahora, la que da los bofetones es la esposa por haber accedido a acostarse con la medium".

Hay más que quizá cuente en otra ocasión, pero comprenderá el lector que estas implicaciones se deben sólo a la gran popularidad alcanzada por nuestro personaje.

J. Soriano Izquierdo para el número 52 de la colección HOMENAJE A MANUEL GAGO.



EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

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