U T I L I Z A D O
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En marzo de 1981 apareció el primer ejemplar de la colección "El guerrero del Antifaz" en tomos que contenían entre cinco y siete aventuras empezando lógicamente por el número uno. Se trata de la colección "Homenaje a Manuel Gago" y en varios de los ejemplares la Editorial Valenciana publicó en las contraportadas artículos acerca de este artista.
UtilizadoSon incalculables los artículos en que se ha utilizado a EL GUERRERO DEL ANTIFAZ, aprovechando su popularidad, como apoyo e incentivo que provoque su lectura. Siempre, desde lo más remoto, se utilizo un incentivo para fundamentar la obra. Si el primer incentivo que movió al hombre a reproducir aspectos de su propia vida, como lo fue el perfil de su mano o la reproducción de animales y escenas de caza, para dar forma a lo concebido por el espíritu y satisfacer las necesidades espirituales, lo fue la imagen, es indudable que la belleza fue el incentivo que fundamentó obras de arte como la victoria de Samotracia, la Venus de Milo, el Discóbolo de Mirón, la amazona de Fidias, el Hermes de Praxíteles y otras y otras que no sólo llenarían el espacio que se destina a la presente redacción, sino mucho y muchos más de los que aquí disponemos. Lo cierto es que siempre se necesitaron aquellos motivos que hicieran interesantes las obras. Y si primero fue la simple belleza, a ésta se sumó el contenido que podía aportar el interés de la mitología. Sólo cuando la creyeron agotada se apoyaron en lo heroico y lo famoso. Lo famoso, lo prestigiado y lo popular siempre ha sido utilizado como apoyo de algo que se quiere que interese. Así no es raro que se utilice a una actriz, un sabio, un cantante o un astronauta famosos, para que apoyen causas políticas, movimientos ecológicos o campañas pacifistas o de condena a instituciones o países. Todos sabemos lo que se le paga a un famoso para que diga al mundo cuál es la mejor champaña, los mejores carretes fotográficos o el papel de baño más recomendable. Pero aún hay otro aspecto en el que la utilización de lo famoso supone un gran atractivo. Es el poder mostrar en una película, la televisión o cualquier medio impreso, la imagen de lo que pueda ser asociado a la belleza, heroicidad, sensatez, sabiduría, sexo o aquello que desee manifestarse. Y otro modo de utilizar lo famoso es apoyar la obra, música, pintura, escultura, teatro, poesía o literatura, en aquello que inicialmente contribuya a ésta con el marchamo de su éxito o popularidad. Esto me trae al recuerdo a un compositor amigo que me ofreció escribir una marcha titulada EL GUERRERO DEL ANTIFAZ, pensando que fuese utilizada en los desfiles de los festejos de Moros y Cristianos que tanto se prodigan en los pueblos de Alicante y Valencia. Recuerdo que lo estimulé, y mucho, para que la escribiera; pero su muerte, inesperada, impidió que la realizase. Es indudable que EL GUERRERO DEL ANTIFAZ, por su éxito y popularidad, fue muy utilizado. Lo ví utilizado en unas secuencias cinematográficas; en cierta revista teatral; en distintas atracciones de feria de las que recorren el Sur y el Norte de España; decorando escaparates de comercios con motivo de unas grandes rebajas; como atracción para recaudar fondos con el fin de costearse unos estudios, y en muchos más aspectos que, cuando escribo esto, escapan a mi memoria. Era, y sigue siendo su contribución a la fama de la que no ha podido escapar ningún famoso. Pero, seguramente, en lo que más ha sido utilizado ha sido en la literatura y, en ésta, en todos sus aspectos; como símbolo de una época, de lo degradante, de lo popular, de la fama de la represión, de la autarquía, del genio y como fenómeno de atracción para un pueblo que no podía mas que a su lectura, Fue utilizado en tantos aspectos que su prestigio popular pasará -indudablemente- a la historia del cómic más famoso de España. Yo mismo acabo de utilizarlo para hacer esta redacción en homenaje al inolvidable Manuel Gago. J. Soriano Izquierdo para el número 53 de la colección HOMENAJE A MANUEL GAGO.
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