EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

S U     E S C U E L A

El Guerrero del Antifaz entre moros y cristianos

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En marzo de 1981 apareció el primer ejemplar de la colección "El guerrero del Antifaz" en tomos que contenían entre cinco y siete aventuras empezando lógicamente por el número uno. Se trata de la colección "Homenaje a Manuel Gago" y en varios de los ejemplares la Editorial Valenciana publicó en las contraportadas artículos acerca de este artista.

Su escuela

Como informé a mis lectores en uno de mis escritos, publicado en el cuaderno nš 20 de la presente colección, Manuel Gago interrumpió la aventura de EL GUERRERO DEL ANTIFAZ en el mes de julio de 1961, hace, cuando se está publicando el presente cuaderno de la serie, veintiún años justos. Y, como dije entonces, ésta fue continuada por el dibujante Matías Alonso.

La decisión de Manuel Gago causó un verdadero trastorno editorial. EL GUERRERO DEL ANTIFAZ, ya en su diecisiete año de publicación, estaba sufriendo la tremenda competencia de todas aquellas publicaciones -que acogidas a las NORMAS A QUE HAN DE REGIRSE LAS PUBLICACIONES INFANTILES Y JUVENILES, Decreto del Ministerio de Información y Turismo de 24 de junio de 1955, fueron lanzadas por aquellos editores estimulados por los éxitos de ROBERTO ALCAZAR Y PEDRIN, EL GUERRERO DEL ANTIFAZ, PURK, EL HOMBRE DE PIEDRA, EL PEQUEÑO LUCHADOR, EL ESPADACHIN ENMASCARADO y muchas otras- que habían invadido el mercado, de tal modo que todas, absolutamente todas las series, vivían precariamente.

A propósito de esto me referiré a lo que el profesor Alberto Viña Tous refería en su artículo PROBLEMAS DE LA EMPRESA DE PUBLICACIONES INFANTILES, publicado en el libro TEORIA Y TECNICA DE LA PRENSA INFANTIL Y JUVENIL que editó la comisión de Información y Publicaciones Infantiles y Juveniles el año 1968:

"La venta "per cápita" resulta, pues, dieciséis revistas anuales. Es decir, cada niño sólo compra una revista cada tres semana".

Teniendo en cuenta que la citada estadística es posterior a la de aquella avalancha de cuadernos que se estaba produciendo en el momento en que Manuel Gago decidió no continuar EL GUERRERO DEL ANTIFAZ, es fácil suponer que el gran bajón de venta que se había producido fue la causa de aquella decisión.

El perjuicio que aquello suponía para el prestigio de la obra, el crédito de la Editora y derecho de los lectores era tan manifiesto que debía ser evitado. Era, pues, necesario que EL GUERRERO DEL ANTIFAZ se siguiese publicando.

Y así se hizo. Un guionista, apasionado seguidor de la obra de Manuel Gago, y un dibujante, que se había formado copiando los dibujos del inolvidable maestro, acometieron la tarea de su continuación y los episodios de EL GUERRERO DEL ANTIFAZ siguieron apareciendo cada semana.

A partir, pues, del presente cuaderno, pueden observar los lectores cómo en la continuación, aunque acusando la caligrafía de los rasgos del nuevo dibujante, se mantiene el espíritu de la obra y ésta sigue conservando el alto grado de emoción que le diera su creador.

Al igual que tros famosos personajes del "comic" mundial, que tras haber sido dibujados por sus creadores lo fueron después por otros y otros dibujantes que lo hicieron siguiendo las huellas de los primeros, EL GUERRERO DEL ANTIFAZ también sobrevivió gracias a la tremenda influencia que había ejercido Manuel Gago sobre sus seguidores, del que aprovecharon -tanto los que copiaron sus dibujos como quienes captaron su peculiar manera de realizar los guiones- las magistrales enseñanzas que, episodio tars episodio, había impartido.

J. Soriano Izquierdo para el número 63 de la colección HOMENAJE A MANUEL GAGO.



EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

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