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Podemos ver en esta página el ejemplar titulado EL JURAMENTO SAGRADO que Manuel Gago García dibujó previo al Guerrero del Antifaz y tras haber leído la novela "Los cien caballeros de Isabel la Católica". Leyendo y viendo el interior de "El juramento sagrado", observamos claramente, no sólo el mismo estilo artístico, incipiente, de Manuel Gago García tiene con 17 años y que disfrutaremos en los dos primeros ejemplares de "El Guerrero del Antifaz", ya que en el tercero comienza a cambiar de estilo mejorando, sino que además el ambiente, la situación geográfica e histórica es la misma, es decir, el Reino de Granada y los Reyes Católicos, llegando a formar parte el protagonista de "El juramento sagrado" del equipo de los cien caballeros de la reina Isabel. Abajo puedes ver el arranque de la aventura.
Después de este arranque de la historia en la que vemos que se trata del mismo fondo que los comienzos del Guerrero del Antifaz, es decir, las luchas entre moros y cristianos y utilizando un lenguaje idéntico al que después leeremos en "El Guerrero", el protagonitsa árabe de la historia también se llama Alí (como Alí Kan, el eterno enemigo del Guerrero) y al entrar en batalla dirigiendo personalmente a su ejército, se enfrentará a un soldado cristiano muy particular, alguien que ha jurado matarle en venganza por lo que hiciera en el pasado. La lucha es muy fuerte y el soldado cristiano cuya cara parece como afeminada bajo el casco y la malla, cae del caballo y cuando Alí intenta hacerlo prisionero, aparece el ejército de Don Diego García, conde de Peñanegra que en compañia de su escudero Díaz, ha estado viendo la particular pelea y se acerca al terreno meintras Alí huye al verlos.
Su sorpresa es grande pues descubre a una mujer que se ha disfrazado de guerrero y aunque ésta intenta disimular diciendo que es un muchacho joven, Don Diego no se lo permite y le dice que es una mujer y muy bella. Ella le suplica que no la descubra y la deje seguir en la lucha pues ha de cumplir un juramento, matar a Alí personalmente. Don Diego decide permitir que siga con su juego. La batalla continúa y la joven disfrazada de nuevo consigue enfrentarse contra Alí en una encarnizada lucha. Los moros están perdiendo la batalla contra los cristianos que han sitiado su castillo y Don Diego García es informado por su escudero Díaz, que la joven y Alí están luchando y el conde coge su caballo para ir a ayudarla. Alí ha conseguido coger prisionera a la muchacha que ya no lleva el casco puesto y se ve su larga cabellera rubia ondulada por el viento mientras llegan al castillo y pese a los gritos de advertencia de la muchacha hacia Don Diego para que no la siga, éste no hace caso y acaba siendo cogido prisionero por los hombres de Alí. Los dos prisioneros cristianos son encerrados y encadenados en una mazmorra y ella le explica a Don Diego el porque de su juramento. Alí estuvo peleando con su padre, el conde de Lanzas, pero en un momento determinado Alí dijo que quería convertirse al cristianismo y el conde de Lanzas lo cogió a su servicio. Su madre murió al nacer ella y todo el cariño lo recibió de su padre. Sin embargo, Alí lo traicionó y un día le clavó un puñal huyendo del castillo. Ella juró ante su padre, poco antes de que muriera que daría con Alí y lo mataría personalmente.
Alí discute con Mufí, el alcaide del castillo árabe, que cangearán a los dos prisioneros por todos los prisioneros moros que tienen los cristianos, pero Alí le dice que a la condesa la quiere para él puesto que ha sido él quien la ha capturado. De entrada Alí ordena separar a los dos prisioneros y se llevan a la muchacha quedando solo Don Diego que está intentando con todas sus fuerzas liberarse de las cadenas que lo mantienen prisionero. Mientras tanto, Díaz, el escudero de Don Diego, se ofrece a ir al castillo como emisario para hacer tratos y así averiguar de paso si su señor sigue con vida. El malvado Alí ha llevado a la condesa y la ha encadenado en otra celda con la intención de torturarla pero el ruido de la llegada al castillo de los cristianos lo detiene. Ella le propone un plan para que la deje libre a cambio de firmarle un documento para que su vida sea respetada por el ejército cristiano, pero Alí no lo acepta. Cuando sale de la celda se encuentra de bruces con Don Diego que ha conseguido desencadenarse y salir de la celda matando al guardián. Después da con la celda de la condesa de Lanzas, mata igualmente al guardián y la libera y ambos salen por los pasillos del castillo para enfrentarse contra Alí y los suyos. Finalmente, tras una árdua batalla la condesa clava su espada en el pecho de Alí cumpliendo así el juramento que hizo a su padre en el lecho de muerte. Mientras, Don Diego ha cogido prisionero al alcaide del castillo y con él como escudo y al lado de la condesa, se abren paso entre los moros que obedecen la orden dada por Mufí, de que abran las puertas del castillo pues el conde de Peñanegra, Don diego, le ha dado palabra de que se les respetarán las vidas si se rinden. Don Diego está triste pues después de todo se encuentra con que la condesa se ha ido a sus tierras y le ha dejado una carta despidiéndose. Entonces comprende que está enamorado de ella pero tiene que ir de nuevo a la guerra acompañando al conde de Cienfuentes para sitiar un castillo árabe que sigue sin rendirse a las fuerzas cristianas. Su pensamiento está puesto en la condesa y ésta, de igual manera, está en su castillo pensando en Don Diego. Como quiera que han pasado tres días y el castillo no se rinde, urden un plan para hacerlos salir. Desconociendo que los cristiano tienen muchos prisioneros árabes, varios guerreros se disfrazan con las ropas de los prisioneros y ante el castillo simulan una lucha entre moros y cristianos. Los moros al verlo abren el castillo para salir en ayuda de sus hermanos pero entonces resulta que todos son cristianos, han caído en la trampa y el castillo es cogido por la cristiandad.
El capitán le confiesa a Don Diego que ella también lo ama y entonces ven que se acerca a ellos Don Gonzalo de Córdoba, capitán de los cien caballeros de Isabel la Católica que le pide a Don Diego que acuda ante la reina Isabel quien en premio por sus proezas en la lucha contra los moros es nombrado miembro de los cien caballeros de la reina.
Y así termina "El juramento sagrado" que vemos claramente que es un preámbulo para la obra que seguirá "El Guerrero del Antifaz". El cuaderno es de 16 páginas más portadas, y está publicado por Editorial Valenciana - Triador, 15 - Valencia, año 1943, dentro de una colección que en portada se denomina SELECCIóN AVENTURERA y al precio de los tebeos de aquella época, es decir, 0,75 cents. Esta página se ha podido realizar gracias a mi amigo Javier Selva de Barcelona, que me ha dejado el ejemplar. Coleccionista de comics con parada propia en el conocido Mercado de San Antonio de Barcelona, donde se le puede encontrar cada domingo por la mañana en la parada número 219 (lado calle Urgell). También puedes visitar su página web de venta de tebeo antiguo y moderno haciendo click en la imagen del Guerrero:
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